Frühlig 2014. Der Chor SEELE auf „El Maestrazgo“
Frühlig 2014. Der Chor SEELE auf „El Maestrazgo“
Wie die Idee geboren wurde:
Unsere Mitsängerin Lourdes Cardona hat uns erzählt wie die Idee geboren wurde, die, später, in diesem besonderen und musikalischen Erlebnis, das die „Seeleniten“, andererseits, so intensiv erlebt un genossen haben, verwandelt wurde:
---“Eines Tages unterhalte ich mich mit dem „señor Ismaier“ –so bezog sie sich, invariabel, mit grosser Achtung auf unseren gelliebten Leiter. - y le comentaba lo bonita que es Morella y toda su zona circundante, a la vez que le animaba a conocerla. Entonces él, siempre con la música y el coro “in mente”, me contestó:
---Sí, sí, sería muy interesante, para mí, conocer ese sitio del que me hablas… siempre y cuando… lo hiciera en compañía de todo el CORO SEELE…
Y sí, resultó ser que Lourdes le tomó la palabra y, ni corta ni perezosa, se puso manos a la obra.
No voy a contar los pormenores de cómo fue tomando cuerpo aquella fantástica idea, hasta convertirse en una maravillosa realidad. Me gusta, eso sí, figurarme a Lourdes movilizando a cualquier ser humano, que hubiera a su alrededor, o que estuviera a su alcance, para implicarlo en la organización del evento. Y, ¡vaya si lo consiguió!
A no tardar, nuestro querido Wolfgang dio la noticia, que fue acogida por la “masa coral” con el entusiasmo acostumbrado. Se nos fue ampliando la información, a medida que las gestiones, con las autoridades patrocinadoras, iban siendo exitosas. Esto tiene muy buena pinta, comentábamos entre nosotros. La ilusión continuaba “in crescendo” cuanto más se acercaba el día de la partida.
¡Por fin, el programa llegó a nuestras manos! No faltaba detalle, todo estaba previsto en él, mi-nu-cio-sa-men-te previsto. “La Organización” se había tomado el trabajo muy en serio. Había puesto el listón muy alto. ¡Gracias Lourdes, Ignaci, Ferrán…¡ No os podíamos defraudar, ahora lo que hacía falta era que nuestras voces estuvieran a la altura de las circunstancias.
Sabado, 26 de abril de 2014.
A las diez de la mañana, un autobús, pletórico de voces y de canciones –aunque, por el momento, reinaba el silencio en su interior- inicia, ilusionado, un recorrido que ha de llevarle, desde la puerta del Colegio Alemán de Valencia, a un destino preciso: Morella, mítica ciudad, capital de El Maestrazgo castellonense, cargada de historia, muy, pero que muy, acogedora y además de eso, de ahora en adelante, impregnada con las melodías de nuestro CORO SEELE.
Allí llegamos a eso de las doce y media. Al bajar del autobús nos recibió la ciudad empapelada de afiches con el anuncio de nuestra actuación al día siguiente, en la Basílica Arciprestal de Santa María la Mayor ¡Ahí es nada! Ambiente más fresco que en Valencia, sin llegar a ser frío. Quería llover, pero se quedó en el intento. Hasta en eso nos acompañó la suerte.
Dejamos las maletas en el hotel y ¡hala!…al Ayuntamiento, donde ya nos esperaba el Sr. Alcalde, para darnos la bienvenida y acompañarnos a conocer el notable edificio del Gótico Civil (s. XIV y XV) que alberga las dependencias de la corporación municipal de la ciudad, cuya restauración mereció el premio “Europa Nostra 1977” de la UE.
Queremos dejar aquí -sin demora- la constancia de nuestro más expresivo agradecimiento a la ciudad de Morella y a su alcalde, el Ilmo. Sr. Rhamsés Ripollés Puig, no sólo por esta cálida bienvenida que nos dedicó, sino también por las deferencias e innumerables atenciones que dispensó al CORO SEELE a lo largo de los dos días que duró nuestra estancia en la ciudad.
Sin pérdida de tiempo, vamos a comer en el “Mesón del Pastor”, ya que luego, por la tarde, nos espera el primer ensayo, donde tomaremos contacto con la acústica y el ambiente de nuestra sensacional sala de conciertos: la antes citada Basílica morellana.
Antes de iniciar el ensayo nuestro director se encara con el órgano y acaricia sus teclas, como anticipándose al momento en el que mañana, durante el concierto, podrá arrancarles algunos acordes de ensueño. ¡Qué gusto da ensayar aquí! ¡Qué volumen y qué tonalidades adquieren las voces! Si esto ocurre durante el ensayo… ¿Cómo será mañana durante el concierto?
Con ese interrogante buscamos donde cenar, cada cual a su aire. Las terrazas de los bares acogen a los alegres grupos del coro. Luego, poco a poco, nos recogemos en el hotel. A descansar. El día ha dado para mucho, por eso el cuerpo pide tregua.
Domingo, 27 de abril de 2014.
A eso de las diez nos congregamos en torno a la Sra. Josefina Milián Puig, guía oficial de turismo que el Ayuntamiento de Morella ha puesto a nuestra disposición, para que nos acompañe en la visita a la ciudad. Ayer, el Sr.Alcalde nos enseñó la Casa Consistorial, por lo que hoy iniciamos el tour turístico en lo que queda de la antigua Judería. Como todas ellas, explica nuestra acompañante, ésta de Morella, tiene las calles estrechas, con la particularidad de que las casas, para conseguir más espacio, se unen, a partir del primer piso, formando pasadizos, de los que sólo se ha conservado el del Hierro de los Lobos.
Interesantísimo es todo lo que nos explica la Sra. Milián sobre la Basílica de Santa María, uno de los templos más bellos del Gótico Mediterráneo, que reúne, en una sola fachada, algo ínsólito: dos puertas góticas (dos) de gran prestancia. En su interior hay que detenerse en la admirable escalera de caracol, que da acceso al coro.
Este coro, realizado por el maestro morellano Pedro Segarra entre 1406 y 1426, es quizá único en el mundo por su factura, pues está en alto y pivota atrevidamente sobre, tan sólo, cuatro puntos de apoyo. Destacan también el Pórtico de la Gloria, el Juicio Final, el altar mayor barroco churrigueresco, los grandes y coloristas rosetones con sus vidrieras originales de la Escuela Valenciana del siglo XIV. Mención aparte merece el órgano monumental de la Escuela Aragonesa, realizado por el maestro Turull en 1719, recientemente restaurado en la plenitud de sus 4.000 tubos, cuyo sonido se puede disfrutar, sobre todo, durante el Festival Internacional de Música de Órgano que, cada mes de Agosto, se celebra en Morella.
Además visitamos el convento de San Francisco con su magnífico claustro, derribado hace unos años por un golpe de viento y todavía sin restaurar, y su bellísima iglesia monacal, restaurada a medias. No es cuestión de repetir aquí lo que ya todos pudimos oír directamente por boca de nuestra excelente guía ¡Más y más gracias a ella!
La subida al castillo estuvo muy concurrida. A la vuelta algunos estaban cansaditos, pero contentos de haberla hecho. Ha valido la pena: ¡Qué imponente vista desde allá arriba!
Sin pérdida de tiempo fuimos a comer a “Casa Roque”, una cortesía más del Ayuntamiento de Morella -¡Viva la Organización!-. Comida excelente y abundante. Servicio eficiente y esmerado. Todo a pedir de boca. El plan se va realizando con precisión matemática, cumpliendo todo lo previsto. Por algo somos un coro dirigido por un profesor alemán, de un colegio alemán.
Son ya las siete de la tarde. Se va acercando el gran momento de nuestro debut en Morella. Antes de comenzar, realizamos el último ensayo. Todo parece estar a punto, en opinión de nuestro querido director.
Un breve receso, lo justo para ponernos el “uniforme”, y volvemos a la palestra. Sin casi darnos cuenta, ya estamos desfilando por el pasillo central de la basílica, acompañándonos con el breve motete o “lauda” anónimo italiano Alta Trinitá Beata. Unos pasos más… y ocupamos cada uno nuestro sitio. La actuación da comienzo.
El concierto se ha dividido en tres partes:
I. Introducción:
Locus iste. Anton Bruckner.
Ave verum corpus. W. A. Mozart.
Jubilate Deo. László Halmos.
Abendlied. Josef Rheinberger.
Verleih uns Frieden. Felix Mendelssohn B.
II. Intermedio:
Pie Jesu Domine. G. Fauré. Requiem. Part IV. Wolfgang Ismaier, al órgano. Carla Doménech, soprano.
Caro mio ben. Giussepe Giordani. Wolfgang Ismaier, al órgano. Carla Doménech, soprano.
Improvisacion. Wolfgang Ismaier, al órgano.
III. Final:
In Paradisum. G. Fauré. Requiem. Parte VII.
The Lord bles you and keep you. John Rutter.
Hallelujah. Leonard Cohen.
Dind’t my Lord deliver Daniel. Tradicional Spiritual. Arr. by Kirby Shaw.
La iglesia, no se ha llenado, porque es muy grande, pero ha registrado una más que buena entrada. Los aplausos finales han sido cálidos y prolongados. Pensamos que lo hemos hecho bastante bien, o que, cuando menos, hemos dado lo mejor de nosotros mismos. Hemos disfrutado del momento, y se debe reconocer que el coro va teniendo cada vez más experiencia y personalidad.
Cenamos por libre. Algunos están ya en el hotel, dispuestos a coger el sueño, cuando en medio del silencio de la noche morellana, estalla nítida, potente, una familiar melodía: El- gril-lo-e-buen-can-to-reeee… Ahí están los entusiastas trasnochadores del coro, que van de ronda, prolongando la fiesta… incansables. Después, el silencio lo invade todo. Quien más, quien menos, piensa que hemos merecido el descanso. ¡Qué bien se duerme en Morella! Hasta mañana.
Lunes, 28 de abril de 2014.
El autobús serpentea descendiendo a Peñíscola. Cada vez que dobla una curva, Morella desaparece; cuando toma la siguiente contra-curva, la ciudad reaparece, más arriba y más pequeña. Hasta que, al salir de una última curva, Morella ya no está: se ha convertido en un recuerdo o, quizá, ¿en una añoranza? A medida que nos acercamos al mar, la ropa empieza a estorbar. San Mateo y Benicarló han quedado atrás, cuando aparcamos en el puerto. Emprendemos la empinada cuesta que nos lleva hasta la cima del peñón en el que se asienta el palacio-fortaleza de los papas.
Arriba, el panorama es tentador, invita irresistiblemente a la contemplación, pero no hay tiempo para soñar… Enseguida estamos ensayando, nada menos que, en el Salón del Trono del Castillo, obra románica construida por los Templarios entre 1294 y 1307, que albergó concilios y cónclaves siendo también residencia de los Papas cismáticos Benedicto XIII y Clemente VIII. ¡Todo un privilegio, cantar aquí! Aunque, la verdad, no nos sorprende… Hemos cantado antes en la Alhambra de Granada, en la Mezquita de Córdoba, en los Monasterios de Suso y de Yuso, dos veces en San Miguel de Liria, otra vez en la Basílica de la Virgen de los Desamparados de Valencia… y algún que otro sitio más ¡Qué historial…!
Wolfgang, nuestro director, siempre tan didáctico, nos hace notar que el programa de hoy, si se exceptúa que repetimos el ¡Halleluja!, es totalmente distinto al de ayer. El repertorio del CORO SEELE –nos dice- se va ampliando poco a poco. En Morella interpretamos canciones sacras, hoy hemos interpretado canciones profanas, de variados estilos. Se le ve contento y eso nos estimula mucho.
El grillo. Joaquin Desprez.
Fair Phillis I saw. John Farmer.
Himno del CAV. Música y letra, Wolfgang Ismaier. Traducción, Marga Hernani.
Mareta, Mareta. Popular valenciana. Arr. Rafael Talens.
O voso galo comadre. Popular gallega. Arr. Miguel Groba.
Balia di Sehu. Aruban Song. Arr. Etty Toppenberg. Rufo Odor.
Cosita linda. Pacho Galán.
How deep is your love. Barry, Robin & Maurice Gibb.
¡Hallelujah! Leonard Cohen.
Vineta. Música, Johannes Brahms. Letra, W.Muller.
La Cucaracha Tradicional. Arr. Carsten Gerliz.
On the Sunny side on de Street.
El Salón del Trono papal está lleno. Numerosos visitantes y turistas nos escuchan y aplauden con intensidad… largo rato. Les regalamos un bis, que de nuevo les entusiasma. Todo un éxito, pero… hay que ser modestos. Siempre se puede mejorar.
Recogemos los bártulos. Bajamos más rápidamente la cuesta, que cuando la hemos subido ¡Faltaría más! De nuevo en el autobús ¡cómo se agradece la comodidad de los asientos! En unos minutos llegamos al “Catamarán”, restaurante en donde comeremos.
Camino de Valencia, “denn es will Abend werden”, los últimos rayos del sol nos envuelven. Algunos hablan con quien tienen al lado, otros dormitan, se relajan… En un par de horas aparcamos en la puerta del Colegio. Nuestra “tourné” ha concluido. Cada cual hará su propio balance, de lo que han sido estos tres días, pero la verdad es que han resultado… fantásticos, maravillosos… En suma, una experiencia única, que permanecerá para siempre en nuestro recuerdo.
Una última reflexión ¿Será este nuestro último viaje con el señor Ismaier, o podemos soñar en reencontrarnos, un día con él, en algún lugar de… Alemania, por ejemplo?
Javier Delgado